La constelación de Aries simboliza la primavera. Esto se debe a que, en el pasado, albergaba el llamado punto vernal, esto es, el punto donde el plano de la eclípticointerseca al plano ecuatorial celeste, mostrando con ello la posición del Sol durante el equinoccio de primavera. Hoy, sin embargo, debido a la precesión de los equinoccios, dicho punto de intersección se ubica en la constelación de Piscis. El mejor momento para observar Aries se da cuando la constelación está situada delante del Sol, entre el final del otoño y el comienzo del invierno, ya que entonces es visible durante toda la noche, a medio camino entre Tauro y Andrómeda.
Las estrellas que componen Aries están asociadas al relato de los argonautas y el vellocino de oro, en alusión al carnero enviado por el mismísimo Zeus con el fin de salvar la vida de Frixo, hijo de Atamante. Este mágico vellón dorado fue robado por Jasón y sus argonautas con la ayuda de Medea, nativa de la Cólquide, en la actual Georgia.
NGC 772: El único objeto de cielo profundo que merece la pena destacar es la galaxia NGC 772, tan grande como nuestra Vía Láctea y ubicada a 100 millones de años luz de nosotros. Tiene una forma algo distorsionada debido a la perturbación gravitatoria que ejerce sobre ella una galaxia elíptica cercana.